EL TRIÁNGULO DE LA SEGURIDAD (Y III): LOS NEUMÁTICOS
Los neumáticos, al ser el único punto en contacto con el suelo, son el elemento de seguridad más importante de cualquier vehículo. Forman parte del triángulo de la seguridad (neumáticos-amortiguadores-frenos), y de su buen estado puede depender la diferencia entre seguir en la carretera o salirse en la curva más inesperada.
A pesar de ser más accesibles que los amortiguadores y los frenos, muchos usuarios no le prestan la atención debida a las cubiertas que, al estar más expuestas, necesitan ser revisadas con mayor frecuencia.
Es recomendable comprobar la presión de los neumáticos una vez al mes, e inflarlas según los valores recomendados por el fabricante del vehículo.
Un exceso de presión reduce la superficie de contacto con el suelo (lo que perjudica la adherencia y por tanto la estabilidad del coche) y provoca además un desgaste excesivo de la zona central de la banda de rodadura.
Un defecto de presión, por el contrario, merma la resistencia del neumático, especialmente en curvas, lo que condiciona la estabilidad del automóvil. El desgaste de los hombros de la banda de rodadura también será más acusado y a ello hay que añadirle un exceso de calentamiento, sobre todo circulando a altas velocidades.
Por otra parte, el golpeo con los baches en la calzada o los bordillos al aparcar puede dañar la estructura del neumático, que puede sufrir cortes o bultos en sus flancos que señalan la necesidad de cambiarlo urgentemente.
Otro aspecto a destacar es que la profundidad del dibujo del neumático no es el único factor que debe determinar el cambio. Aunque se mantenga dentro de los límites legales (1,6 mm es el mínimo permitido, pero a partir de 2 mm ya se considera peligroso el neumático), con el paso del tiempo la goma se endurece, se agrieta o se cristaliza, con lo que el neumático pierde su capacidad de adherencia.
Una vez determinado su estado, conviene recordar que, como norma general, deben sustituirse como mínimo los dos neumáticos del mismo eje, incluso cuando el cambio se deba al pinchazo de uno de ellos.